Bueno, me quedé dormido pero no tanto ¿eh? Lo que pasa es que al final convertí el viaje en moto por los Pirineos en un mix de moto y trekking y además volví a Valencia antes de lo previsto porque las tormentas se quedaron definitivamente por allí. Solamente me gustaría comentar algunas cosas mirando ahora la ruta con algo más de perspectiva ya que en todos los viajes algo se aprende...
- Es una obviedad, pero en la parte española se come y se duerme mucho mejor y más barato.
- La parte francesa tiene unos puertos muy, pero que muy, chulos y además están bastante mejor señalizados.
- Los Pirineos se pueden recorrer en moto perfectamente en tres o cuatro días, pero sin apenas tiempo para detenerse y contemplar su belleza. Lo ideal sería como mínimo una semana para emplear algo más de tiempo pateando algunos de sus parajes. Otra opción sería la de dividirlo en dos o tres partes y hacer el viaje en diferentes épocas del año o incluso en varios años cruzando la frontera cuantas veces sea necesario.
- Quizá sea una impresión mía, pero tengo la sensación de que en cuanto sales de España todo el mundo (y digo absolutamente todo el mundo) que va en moto te saluda cuando se cruza contigo. Y es volver de nuevo a nuestro país y darte cuenta de que ese porcentaje se reduce prácticamente a la mitad. Ya sé que esto se ha comentado en varias ocasiones pero ¿no tenéis vosotros también esa sensación? Incluso últimamente me he fijado y aquí ya sólo te saludan los que tienen una moto similar a la tuya. Una pena.
- Viajar en moto solo sigue siendo algo especial.No hay horarios, no hay reglas, no hay discusiones ni malentendidos, no hay rutas definidas, no hay destinos fijos. Tampoco hay sensación de soledad porque en cualquier sitio surge un comentario, una conversación, un compañero inesperado. Y sobre todo favorece algo muy recomendable: hace pensar.
Así pues, a modo de resumen, solo se me ocurre deciros: Viajad!!!! Solos, en compañía, en grupo, con tu mujer, con tu novia, con tu pareja, con tu novio, con tu marido, con quien queráis, pero viajad. Ensancha la mente y el alma. Os lo aseguro...