Pues dicho y hecho. Bueno, como no me apetecía hacer todo el camino de golpe porque conducir con 38 grados es bastante pesado, aproveché que me pillaba casi de camino para desviarme un poco y hacerle una visita al señor Espinete en Barcelona.

Nos vimos en el Ace Café. La verdad es que el sitio es chulo y tiene un ambiente muy majo aunque de la comida mejor no hablar; no es su fuerte, desde luego.

Unas horas después de achicharrarme y sudar como un pollo retomo mi ruta y enfilo ya hacia las montañas. Eso sí, nadie nos explicó que las motos estaban hechas para ir por el camino más corto ¿verdad? Pues eso, que para qué voy a ir directo a Andorra pudiendo dar un rodeo...

Me saco de la manga unas cuantas curvas y después de pasar por Puigcerdá subo hasta Axat y enlazo con Ax-les-Thermes para entrar en Andorra desde Francia y sin pasar por el túnel, que es lo que mola. Y ya de paso me meto por lo que en invierno es una pista de esquí para poder hacer unas fotos como Dios manda.


Como la temperatura sigue siendo alta por estos lares, pregunto cuál es el camino asfaltado más alto de los que hay por aquí y me dicen que busque las señales del Tour de Francia hasta llegar a la meta en la estación de Ordino-Arcalis a 2.000 metros de altura. Pues vale, allí que me voy. La carretera es chula y al llegar arriba hace fresco pero vamos, frío -frío no.


Ya es media tarde, llevo 8 horas de ruta y voy a tener que irme un poco más lejos así que busco un hotel y encuentro un chollo por 32 euros en un 4 estrellas. Y como el GPS ya me va conociendo cuando le pongo la dirección me lleva por un camino secundario fantástico (estos de Bmw que listos son. Cada día un poco más. Ni que fueran alemanes). Aprovechó que anochece muy tarde para mirar un par de mapas y decido que la cara francesa de los Pirineos tiene pinta de ser más fría que la española. Mañana veremos si tengo razón....


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